Este seminario tiene como fin abordar la problemática política de los Balcanes durante los últimos 25 años, cuyo punto de partida puede ubicarse en la caída de los regímenes comunistas a finales del siglo XX. Las experiencias del “socialismo real” fueron reemplazadas por el avance de la economía de mercado y de las instituciones políticas burguesas, lo cual provocó una profunda transformación en la vida social, política, económica y cultural de los pueblos balcánicos. Salvo la excepción eslovena, el resto de los Estados, algunos mejor y otros peor, han recorrido un camino más bien errático que los ha llevado de una crisis a otra. Los “socialismos reales” con todas sus deficiencias burocráticas y limitaciones materiales habían logrado “universalizar” cuestiones centrales para la vida de sus habitantes. La vivienda no era un problema, así como tampoco el desempleo; la salud y la educación estaban al alcance de todos. Sin embargo, de un día para otro, la misma burocracia socialista que se había ido consolidando como una nueva clase, “oliendo” el cambio de época decidió mutar a nacionalista y con ello dar por acabado el “comunismo” en aras de llegar a la “libertad”.
Rumania, Bulgaria y Albania dejaron de ser repúblicas comunistas, satélites de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, para transitar un camino veloz hacia el capitalismo, lo cual las ha dejado en una situación de extrema precariedad económica. Grecia, que nunca fue un Estado comunista, miembro de la Unión Europea (UE) atraviesa desde hace seis años una de las peores crisis económicas que haya soportado una economía capitalista. Serbia, Croacia, Montenegro, Macedonia y Bosnia-Herzegovina, repúblicas que formaban la ex Yugoslavia comunista, atraviesan (con diferentes matices) graves problemas políticos y económicos; son países con altos índices de desempleo que han terminado consolidándose como expulsores de población. Eslovenia, por sus características (escaza población y aceptable situación económica) se distingue por ser el único país en donde la coyuntura no destaca por su gravedad. Por último, Kosovo, sin gozar de un estatus legal definido, se ha convertido en una región híbrida. No reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ni por países de relevancia geopolítica como Rusia, China y la India, pero amparado por los Estados Unidos de América (EUA) y buena parte de la UE parece ir rumbo a independizarse definitivamente de Serbia, mientras tanto su territorio es una “nebulosa” para hacer negocios no del todo legales.
Unidad 1: Conflicto de Kosovo: los intereses de EUA en la región (instalación de la base militar Camp Bondsteel). EL tráfico de armas y el narcotráfico. La utilización de la reivindicación nacionalista con fines político-eleccionarios: el “derecho” sobre Kosovo por parte del gobierno serbio, el proyecto de la Gran Albania fomentado por el nacionalismo albano-kosovar y el gobierno de Albania. Bosnia-Herzegovina, las consecuencias de la “Paz de Dayton”: la división artificial de la ex república yugoslava en dos mini Estados, ¿la pureza nacional para evitar el conflicto bélico? El fortalecimiento de los partidos nacionalistas post Dayton. Corrupción de la casta política y privatizaciones mafiosas. El hartazgo popular y las masivas manifestaciones de 2014. La utilización de la reivindicación nacionalista con fines político-eleccionarios: el nacionalismo serbo-bosnio de Milorad Dodik y el nacionalismo islámico de Bakir Izetbegovic.
Unidad 2: La crisis política estructural en Serbia: desde la época de Milosevic, pasando por las reformas pro-occidentales de Zoran Ðinđić hasta la hegemonía actual de Aleksandar Vucic. Los intentos de entrar en la UE mezclados con la retórica nacionalista hacia Kosovo. Milo Djukanovic, el “monarca” pro OTAN de Montenegro: líder político montenegrino con más de 25 años ininterrumpidos en el poder. La reciente aprobación del ingreso a la OTAN: quedar al resguardo de cualquier intento de futura unión con Serbia. Macedonia, entre la crisis económica y la tensión nacionalista: El separatismo albanés del Ejército para la Liberación de Macedonia en la crisis del 2001. Los reclamos de soberanía territorial por parte de Grecia y Bulgaria. Las tensiones entre los nacionalismos macedonio y albanés como estrategia de ocultamiento de las graves crisis económicas, la corrupción y la deslegitimación de la clase política.
Unidad 3: Eslovenia y su pausado camino a Europa: miembro de la UE y de la OTAN, también forma parte del área Schengen. Acercamiento a Europa Central y alejamiento de la dinámica económica, política y cultural de los Balcanes. Croacia, una pata en Europa y otra en los Balcanes: las consecuencias del nacionalismo antiyugoslavo de la década de 1990. Aliado de estratégico de Alemania y la UE en los Balcanes. Estancamiento y crisis económica que ya lleva siete años. Crisis de los refugiados: restricción al ingreso y cierres temporales de sus fronteras.
Unidad 4: Rumania y su esquivo destino europeo: el Frente de Salvación Nacional y el feroz y veloz pasaje de Caucescu a la economía de mercado. Tremendo endeudamiento externo durante la década de 1990. La instalación del escudo antimisiles de la OTAN contra Rusia. Masivas manifestaciones populares en febrero de este año pidiendo la dimisión del gobierno. La irresuelta cuestión de la minoría gitana. Bulgaria atada a sus limitaciones entre Turquía y la UE: la salida del comunismo y la privatización de la tierra y las empresas estatales como causantes de un tremendo desempleo, una economía especulativa y un grave proceso inflacionario. El retorno “impensado”: vuelta del último zar búlgaro (Simenón II) como próspero empresario y político triunfador en las elecciones de 2001. La política xenófoba contra los refugiados de asiáticos que intentan llegar a Europa Central y Occidental.